Durante el almuerzo y generalmente la cena también, en casa
miramos la televisión. Aunque no es algo que me enorgullezca particularmente,
descubrimos que el canal Encuentro siempre nos da ese algo nuevo que hay que
aprender cada día, así como también temas para discutir entre nosotros. Me gusta
también que, por el tipo de diseño que tiene su programación, no es común que
nos topemos con el mismo programa, por lo que definitivamente exploramos una
interesante diversidad de temas.
Hoy particularmente, vimos un programa que en principio
parecía sobre fotografía, explicando las longitudes de onda de los colores,
cómo se descubrieron los rayos que no son vistos por el ojo humano, experimentos
súper interesantes que a la larga o a la corta a su manera revolucionaron el
día a día de la vida en la Tierra. Aunque viéndolo desde hoy parezca mentira,
las radiografías para saber si tenemos mocos en los pulmones, cuán torcidos
estamos o si nos quebramos un hueso, llegaron hace no tanto tiempo y a veces
hasta puedo pensar que por casualidad. Algún creyente podría atribuirlo a
milagros; yo soy más simpatizante del destino y de las ayudas de las
casualidades y la intriga humana en el lugar y momento indicados.
Hacia el final, hablando de un tipo de rayos que se llaman
Gamma, llegó ese momento en que las piezas que venía entendiendo se me
desordenan en el cerebro y me parece que me falta el elemento aglutinante, que
desde mi idea se parece más o menos a un superpoder científico imaginario. Esas
veces me siento en un espacio de la cadena evolutiva entre Einstein y el monito
que choca los platillos, donde imagino que ese gen para poder visualizar estas
cosas no llegó a mi.
Entre las explicaciones de explosiones y Universo, mostraron
imágenes de estrellas chocando, agujeros negros que absorben de a 300 planetas
como la Tierra POR SEGUNDO, cosas hermosas y terroríficas a la vez… y siempre
que veo estas cosas, me acuerdo de lo chiquita que soy, ínfima, insignificante,
así como todo lo que me rodea. Me da la impresión de que los problemas y todas
esas cuestiones tan humanas, no tienen real importancia; y no por eso me
refiero a desmerecer los males que aquejan al mundo, sino que realmente son
inventados, o mejor dicho provocados, por nosotros mismos, porque nos dotamos
de un peso y un poder que al fin y al cabo, son pequeñísimos frente a la posibilidad
de desaparecer en milésimas de segundo, y sospecho que sin darse cuenta. En esos momentos también entiendo un poco a
quienes son religiosos, porque honestamente, cuando ves un poco de las
maravillas que nos rodean, y tratás de darles explicación, no de a partes, sino
a todas juntas, y que funcionen, y que evolucionen, y se mantengan, y
sobrevivan, y puedo seguir así hasta el infinito…no te parece inexplicable,
inimaginable, formidable? Y si pensás en cómo funciona tu cuerpo, que no te
enchufás a ninguna fuente de energía ni computadora, sino que todo eso pasa
orgánicamente por causa y casualidades que se acumulan hace millones de años en
tu envase? Lástima todo lo religioso e institucional que también supimos
inventarnos como para complicar las cuestiones.
En fin, creo que un poco a lo que apunto es a que hoy es un
día hermoso, y disfruto ver el Sol de la tarde entrando por la ventana de
frente a mi cara, que la vida es una sola, el mundo uno solo y el Universo
también, los afectos, las flores, las mascotas, ese mate, esa risa, ese atardecer;
es importante recordar esto todas las mañanas, cuando te levantás pensando en
el despertador y la ducha, saber agradecer, saber apreciar, y salir con una
sonrisa a la calle a hacerle frente al mundo que quizás esta mañana no pensó en
todas estas cuestiones ni en otras igual o más inspiradoras, porque la energía
no se pierde ni se degrada, se transforma.
Supernova Seen In Two Lights
Fuente: Nasa, imagen del día. Disponible en: http://www.nasa.gov/jpl/spitzer/chandra/pia18468/#.U_Y9KcWSzfI