viernes, 24 de julio de 2015
lunes, 20 de julio de 2015
Pasión.
Lo ambiguo. El blanco y negro.
Todo o nada. Cómo encontrar un gris, que me resulte rosa. Ser vos, ser yo, ser
real, sin necesidad de ser tangible. No tengo ganas de explicar, porque no hay
nada que explicar. Encontrarme, perderme, reencontrarme. No parar de buscarme.
No esperar lo estático, no existe lo estático.
Las emociones. Las sensaciones.
Lo más primitivo, lo más propio del ser; el instinto. Que no haya razones
lógicas, acción y reacción.
Momentos de mayor lucidez, este
momento. Ayer, hoy. Me encuentro conmigo misma cuando me construyo completa
desde cero; frente al otro, desconocido, soy más yo que nunca, no por
inventarme, sino porque su mirada aún no me dio forma. Me reconozco, me
encuentro entre la multitud. ESTA SOY YO, un poquito por aquí, otro poquito por
allí, nada de esto y algo de aquello. El mayor aburrimiento es la imagen ya formada,
me hastía, me alejo, me refugio.
La tentación, el escape, la
distancia física, el cero, siempre el cero. Egoísta. Tatuármelo en la frente,
EGOÍSTA. Soledad, ausencia, paz, paz, PAZ. Quietud en los pensamientos.
La busco y no la encuentro, le
escapo, jugamos a las escondidas, cada tanto nos abrazamos y nos volvemos a
despedir. Me alimenta, me destruye, me levanta y me revuelca.
P A S I Ó N
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